La comunicación interpersonal, como su nombre indica, es la comunicación en la que se realiza un intercambio de información entre dos o más personas. También es el área de la comunicación en la que se estudia cómo los seres humanos nos comunicamos entre nosotros y qué señales verbales y no verbales usamos para ello. 

Veamos algunos conceptos que son imprescindibles para una comunicación interpersonal efectiva:

 

Comprender cómo funciona el proceso de la comunicación interpersonal. 

 

Quizás recuerdes cómo en el colegio te explicaron que el proceso de comunicación está formado por tres elementos: emisor, mensaje y receptor. Dentro de esta teoría el protagonismo se lo llevaba el mensaje, haciendo especial hincapié en la calidad y claridad del mismo. Este modelo quedó obsoleto hace tiempo, dando paso a un modelo algo más complejo en el que el protagonismo no se lo lleva el mensaje, sino el emisor y el receptor, al dar mayor importancia a cómo se transmite el mensaje y a cómo se recibe el mensaje. Esto no quiere decir que el mensaje es sí no tenga importancia, la tiene, y mucha, pero hay otros factores que antes no se consideraban y que pueden distorsionar ese mensaje.

 

El proceso de comunicación hoy en día está formado por:

 

  • Lo que quiero decir
  • Lo que pienso sobre lo que quiero decir
  • Aquello que digo
  • Lo que la otra persona oye de lo que digo
  • Lo que la otra persona escucha de lo que oye
  • Aquello que la otra persona interpreta de lo que escucha

Como podrás observar el proceso el algo más complejo. No solo tenemos que preocuparnos por el mensaje en sí, también debemos preocuparnos por lo que la otra persona interpretará de aquello que decimos. En mi opinión, una buena comunicación se produce cuando nuestro interlocutor interpreta lo que nosotros queremos que interprete. Para ello tendremos que cuidar en decir lo que queremos decir sin que nuestros pensamientos, nuestros miedos, o nuestras creencias distorsionen el mensaje, por ejemplo, por miedo a lo que la otra persona pueda pensar. Tendremos que cuidar el cómo se lo decimos, el cuándo y el dónde, siempre con el fin de que realmente nos interprete cómo nosotros queramos. Y por supuesto, tendremos que cuidar el mensaje para que se ajuste a lo que realmente queremos transmitir. 

 

Escuchar.

 

La buena comunicación se basa en la buena escucha. Para poder decir que sabemos comunicarnos tenemos, primero, que saber escuchar. Y escuchar implica:

  • Eliminar barreras. Estas pueden ser físicas o psicológicas.
  • Mantener el contacto visual
  • Evitar juzgar de antemano
  • Observar el lenguaje no verbal
  • No adelantarnos con respuestas o posibles soluciones
  • Reflexionar sobre lo que nos dicen
  • Juzgar el mensaje, pero no al mensajero
  • Observar y transmitir indicadores que de nos escuchar y de que estamos escuchando.

Desarrollar estos puntos nos llevaría varios post, así que prometo dedicar algunos de los próximos post a cada una de las recomendaciones citadas.

 

Saber preguntar.

 

Preguntamos para obtener información, pero lo fascinante de la pregunta es que la podemos usar para generar reflexión, es decir, para hacer pensar a la otra persona. La pregunta puede servir de catalizador en la conversación para poder obtener respuestas basadas, no solo en el recuerdo, sino también en el discernimiento. Es por ello que el concepto de preguntas abiertas o cerradas también se ha quedado obsoleto. Sin menoscabar la importancia de una buena pregunta abierta o cerrada, siempre que sea la que buscamos, hoy también podemos hablar de preguntas:

  • De conciencia: aquellas que mueven a la toma de conciencia ante una determinada situación.
  • De responsabilidad: aquellas que mueven a asumir o definir una responsabilidad ante una determinada situación.
  • Y también de acción: aquellas que como su nombre indican mueven a la acción.

Pese a todo lo anterior no tenemos que olvidar que preguntar es un arte y que tiene su propia estrategia. Así que ¿cómo debería ser una buena pregunta?

  • Corta: La pregunta tiene que demandar la información justa y necesaria, ni más ni menos.
  • Clara: La pregunta tiene que ser fácil de entender.
  • Precisa: Toda pregunta tiene que tener un objetivo concreto.
  • Adaptada: Una pregunta hay que adaptarla a cada persona, contexto y lugar.

 

Lenguaje no verbal en la comunicación entre personas.

 

Sobre el lenguaje no verbal se ha escrito mucho y no es mi intención intentar discernirlo en unas pocas líneas. Pero sí afirmo que todos sabemos sobre lenguaje no verbal mucho más de lo que creemos. El lenguaje no verbal es una parte más de la comunicación entre personas y todos nos estamos comunicando desde que nacemos. Qué seamos más o menos conscientes de esta parte del lenguaje que no es la verbal o escrita, es otra cuestión. Por dar unas pautas, en un breve resumen, ¿en qué aspectos deberíamos fijarnos, además de lo que nos estén diciendo, cuando nos comunicamos con otras personas?

  • Observemos su mirada.
  • Sus expresiones.
  • Su sonrisa
  • También su postura
  • Y sus gestos
  • La distancia que hay entre los dos
  • El contacto, como cuando nos estrecha la mano
  • Su apariencia.

Y esto no es todo. También tienen gran importancia el timbre de su voz, su tono, volumen, velocidad, claridad y fluidez con la que se expresa. 

Cómo verás dominar una buena comunicación entre personas no es fácil, pero no es imposible pues, al final, se trata de observación y práctica, algo que está al alcance de todos nosotros.

Formulario de Contacto

Consentimiento

POLÍTICA DE PRIVACIDAD

“ALFONSO PÉREZ AZCÁRATE como responsable del tratamiento, le informa que sus datos son recabados con la finalidad de contactar con el solicitante, atender sus consultas y peticiones y para envío de boletines publicitarios relacionados con esta actividad. La base legal para el tratamiento de sus datos es el consentimiento del interesado al contactar. Sus datos no se cederán a terceros salvo obligación legal. Cualquier persona tiene derecho a solicitar el acceso, rectificación, supresión, limitación del tratamiento, oposición o derecho a la portabilidad de sus datos personales enviando un correo electrónico a: contacta@alfonsoperezazcarate.com”, indicando el derecho que desea ejercer. Puede obtener más información aquí”.